«Furie, Paesaggi e Figure» de Mariana Chiesa: las obras de la artista argentina en Bolonia

«La Tierra es la casa de todos», dice Mariana Chiesa, y por este lema lucha con un arma muy poderosa, su propia capacidad artística de comunicar, que sabe atravesar todos los medios y miles de kilómetros, hasta llegar a su tierra natal, donde un movimiento compuesto por mujeres indígenas de 36 naciones originarias de Argentina ha organizado una «Caminata contra el Terricidio».

«Durante el año 2021, conocí virtualmente a Moira Millán, escritora y activista mapuche del movimiento Mujeres Indígenas por el Buen Vivir. El movimiento está formado por mujeres indígenas de 36 naciones originarias de Argentina que han organizado el proyecto Caminata contra el Terricidio. El objetivo de la marcha es exigir que el terricidio sea considerado un crimen de lesa humanidad y de lesa naturaleza, lo cual es sumamente importante porque afecta al presente y al futuro de todo el planeta».

La exposición Furie, Paesaggi e Figure (furia, paisajes y figuras) presenta obras sobre tela de la artista argentina en Bolonia, entre las que se encuentran algunos lienzos realizados para la manifestación contra el terricidio en apoyo de la marcha promovida por el Movimiento de Mujeres Indígenas por el Buen Vivir. También se exponen las serigrafías de Furia di lama, un proyecto contra la violencia en sus múltiples formas, curado por Else Edizioni.

«Un proyecto que contiene (como un secreto) poder e historia o, mejor dicho, un proyecto que contiene mucho potencial y muchas historias, listas para ser descubiertas y desplegadas», dice la escritora e investigadora argentina Ana Longoni.

La exposición es presentada por la Galería Portanova12 en colaboración con Else edizioni, La Fulmine Stamperia Sociale, Movimiento de Mujeres Indígenas, con el patrocinio de la Embajada de Argentina, en el marco de la 4ª edición de BOOM! Crescere nei libri, el festival de libros e ilustraciones para niños durante la Feria del Libro Infantil de Bolonia.

Mariana Chiesa (1967, La Plata, Argentina) estudió grabado en la Facultad de Bellas Artes de su ciudad natal y el arte del cómic con Alberto Breccia. En 1996 se trasladó a Barcelona donde se dedicó a la ilustración, publicando “No hay tiempo para jugar”, retratos de niños trabajadores con textos de Sandra Arenal, publicados por Media Vaca. Desde 2008 vive en Sasso Marconi, alternando con períodos en Argentina.