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El pabellón Argentina en la 60ª Exposición Internacional de Arte de la Bienal de Venecia: Luciana Lamothe presenta “Ojalá se derrumben las puertas”

“Ojalá se derrumben las puertas”, de la artista Luciana Lamothe, curada por Sofía Dourron, es la obra que representa a Argentina en la 60. Exposición Internacional de Arte de la Bienal de Venecia.

El pabellón argentino propone un recorrido entre los confines que separan la existencia, lo que es de lo que no es, invitando a reflexionar sobre los límites hegemónicos construidos.

Como su mismo título lo manifiesta, la artista argentina evoca un vivo deseo de que algo suceda. Transitando la instalación montada en la Sala de Armas del Arsenal, este sentimiento de posibilidad se hace real en la percepción de las oportunidades brindadas por el material, en este caso la madera. Las cuatro esculturas que conforman la obra invitan a pensar alternativas a las formas tradicionales de interacción.

Luciana Lamothe permite un juego sensorial del cual podemos participar dejando de lado las asociaciones espontáneas conscientes y sumergiéndonos en un mundo lleno de ocasiones.

En la práctica, la artista lo logra manipulando la materia hasta su límite. Así, nos encontramos con diferentes etapas de la vida de la madera, desde las placas de fenólico hasta la rama de un árbol o una estaca. Como escribe la curadora Sofía Dourron, la obra nos propone “una forma de relacionarnos con los materiales (y con el mundo) que no está libre de tensiones, pero que habilita un equilibrio generativo de intercambios y solidaridad”.

Para la realización de las esculturas presentes en el pabellón, la artista utilizó madera reciclada proveniente del pabellón argentino de la bienal de arquitectura precedente y de otros pabellones -como el de Alemania- y maderas recuperadas en una carpintería de góndolas venecianas, de un barco abandonado (madera podrida) y de otros sitios recónditos de la ciudad.

“Quería poner en evidencia como un mismo material puede comportarse de maneras tan distintas” (…) “y cómo hay una hibridación en los materiales: una rama se puede comportar como un caño en una estructura” y “cómo la madera se puede tajear y abrir el espacio, creando un espacio fluido”, nos cuenta Luciana. La artista enfatiza cómo un mismo material con características y una historia diferente da cuenta de las posibilidades de transformación y de identidad. De hecho, su obra es una muestra de la transmaterialidad, es decir, de la capacidad de los materiales de ser transformados.

Acompaña a la obra, un catálogo que es a su vez una obra de arte en sí misma, con textos de Sofía Dourron, Guadalupe Lucero y Noelia Billi, Ana Llurba, y Ana Inciarte, que permite una exploración original y no predeterminada: se puede leer como un libro -de forma tradicional- o se puede abrir – y descubrir- dejando que imágenes y textos fluyan al igual que las esculturas de Luciana Lamothe.